miércoles, 31 de diciembre de 2008

Reservado el derecho de cumplimiento

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Se nos va, amigos míos, se nos va. El año llega a su fin y ha llegado la hora de hablar con uno mismo y pensar qué es lo que queremos para este 2009 que entra con tanta fuerza. Pues bien, he aquí mis promesas, las cuales espero cumplir y no delatar a la que ahora mismo está escribiendo sobre las teclas del ordenador.

A día de hoy prometo ser siempre fiel a mí misma y a mis principios, y no dejar que nada ni nadie los cambie. Ser siempre yo, sin tener que esconderme, valiente ante cualquier tipo de burla. Prometo aprovechar cada segundo como si del último se tratase, intentar no perder el tiempo, que por algo se dice que es oro. No puedo prometer el no caerme, pero sí prometo levantarme y aprender de mis errores antes de volver a caer. Hoy prometo ayudar a todos aquellos a los que pueda evitar tropezar. También me he prometido no perder el tiempo con cualquier chico, y esperar hasta que llegue uno que merezca verdaderamente la pena. Me he prometido a mí misma crecer y a la vez no darme prisa, pero no sin la niña que llevo dentro y siempre me acompaña. Ser feliz y por supuesto, me he prometido a mí misma hacer realidad todos los sueños que me permiten seguir viviendo. (O al menos, intentarlo.)

Dentro de un año quién sabe quién será la desconocida que os deseará de nuevo un feliz año. Me conformo con cumplir lo dicho anteriormente, lo he prometido, espero no traicionarme a mí misma. Por lo menos no se dirá que no lo he intentado.

Por último os deseo de corazón un feliz año, y que todos vuestros deseos se hagan realidad.

Hasta el año que viene.

PD: Cuidado con atragantarse con las uvas.




Moon


lunes, 29 de diciembre de 2008

Juventud perdida

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No serían más de las seis de la tarde y el crepúsculo ya asomaba por el horizonte. Tras haberme recorrido todos los escaparates habidos y por haber de la calle Orense, decido esperar a mi prima en la boca de metro de Nuevos Ministerios. Hace un frío horrible, empiezo a andar de un lado para otro con la única intención de no convertirme en lo que iba a ser un cubito de hielo. Entonces me topo con la mirada de un chico. No mucho mayor que yo, supuse que unos diecisiete años más o menos. Se acerca y como el que no quiere la cosa se apoya en la barandilla, cerca de mí, debía esperar a alguien también. Yo me hago la tonta, como si no estuviera allí, cuando aparecen dos amigos suyos. Estos últimos con la misma pinta hortera y macarra que el primero, al que no le faltaba ni la cadena de oro ni el piercing en el labio. Empiezan a balbucear en tono alto: "Macho ¿qué haces aquí?" le pregunta uno de ellos al llegar. "Na tronco que estoy esperando al -inserte cualquier tipo de mote grosero-". "Vente pa dentro que hace frío", le contesta uno de sus secuaces mientras se van alejando a la entrada del burguer. Entonces el chico me vuelve a mirar y le grita al otro "Ehh tú, ¿tienes un porrito?". Lo demás ya me dio igual. Obviamente me di por aludida del mensaje.

Probablemente querría mostrarme su imagen de chico malo, demostrándome lo mayor que era por fumar porros y fardando de ello por la calle. Yo seguí indiferente como si nada, pero en mi cabeza pensaba "¿de verdad te crees que vas a conquistar a una chica contándole todo lo que te fumas al día?¿En serio, te crees guay por eso? Anda, madura un poco." No sé si se dio cuenta de mi reacción, pero lejos de su propósito, sólo despertó en mí un sentimiento de lástima y sobre todo pena.




Moon

miércoles, 24 de diciembre de 2008

El misterio de la Navidad

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Ya no queda nada, mañana Navidad y seis días para año nuevo. Pues bien, a estas alturas del año, hoy me ha dado por pensar, mira tú por dónde. No sé ni cómo se me ha ocurrido, pero de repente sin darme cuenta, ya estaba dándole vueltas. Ahora que el año llega a su fin, no he podido evitar pensar en todos esos sueños, ilusiones y deseos que hace un año quise que sucedieran, y se supone que se tendrían que haber cumplido. En realidad no tiene mayor misterio, más de lo mismo, como siempre mi único deseo especial era haberle encontrado. Y aquí me tenéis, sentada en una silla, esperando a que me levante. Menos mal que la silla es cómoda, oigan podría ser peor. Aun así pienso volver a pedir el mismo deseo, quién sabe, tal vez este año la vida me sorprenda y dentro de un año no tenga que pedirlo. Bueno y si nos ponemos optimistas aún me quedan unos días. Francamente no creo que en tan pocos días me enamore, pero podría conocerle, por qué no. Quién sabe todo lo que puede hacer la magia de la Navidad.

Es la mejor época del año. Salir a la calle y ver todo preparado, las luces, los árboles navideños, las tiendas y las calles perfectamente decoradas, con suerte también belenes -digo con suerte por su escasez, he visto tres en todo Madrid, y eso dando gracias-. Solamente con eso ya se te pinta una sonrisa en la cara. Y es que es verdad, en Navidad la gente es feliz, por lo menos algo más de lo que lo era antes (o eso quiero pensar). Es tiempo de esperanza. En efecto, confiamos en que todos esos deseos se nos cumplan, que las cosas mejoren, algunos también esperamos reflexionar un poco sobre el sentido de la Navidad y valorar lo importante de estas fechas. Puede que mi deseo no se haya cumplido -todavía- pero precisamente yo no soy la más indicada para quejarse, al contrario. Y en vez de tanta queja, más bien he de agradecer todo lo bueno que me ha pasado este año.

Y hablando de quejarse, hoy he sido testigo de una cosa que me ha dejado perpleja. Estaba yo entrando en El corte inglés y no pude evitar escucharlo -no soy ninguna cotilla, es que el hombre lo gritó-, un negrito que vendía la farola -supongo que la de hace seis años, cuando se dejó de editar- le decía a una mujer "señora usted pasa por aquí todos los días y nunca me da nada". Todo esto con su acento peculiar y salero, y una sonrisa. La señora con el mismo tono amable y riéndose le responde "¡es que no tengo dinero yo tampoco!" Y fue la contestación del hombre lo que me dejó helada:

"No se preocupe señora, que Dios está ahí. Usted pídaselo a Dios. Yo le pido siempre, y hay veces que no como pero Él siempre me cuida y me ayuda. Usted pídaselo a Dios. Él siempre está ahí"

De repente había dado un giro tremendo la conversación. Imagínense cómo me quedé. De hecho no sé si me llegué a parar unos segundos. Cuánta sabiduría había en las palabras de ese pobre hombre. Y es que es cierto, Dios siempre está ahí. Tal vez él no tuviera tantas razones como yo que agradecer en la vida, y ahí estaba, feliz. Aunque no lo crean, así era. Feliz, optimista, con una gran sonrisa al acercarse a la gente. Ese hombre era feliz porque tenía Fe, tenía esperanza.


Así que todos aquellos que tengáis Fe, que creáis en la verdadera esencia de la Navidad, y además seáis felices por ello, espero que podáis disfrutar de lo importante en estas fechas; el nacimiento de nuestro Señor.

Ahora ya sólo me queda desearos, de corazón;

¡¡¡Feliz Navidad!!!






Moon






miércoles, 10 de diciembre de 2008

Nobody said it was easy

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La vida es un largo viaje, y como en todos los viajes siempre hay caminos que elegir, siempre tendremos varias opciones a escoger. Y en eso se basa la vida, una elección tras otra. Unas veces acertamos y alcanzamos la felicidad anhelada, otras sin embargo nos equivocamos, elegimos el camino erróneo, el que nos aleja todavía más de nuestro destino. Pero todo en esta vida es cuestión de elección. Aunque muchas veces no queramos hacerlo, o no estemos seguros de la ruta por la que debemos optar, siempre hay que elegir, sin excepción. Incluso las veces que decimidos no hacer nada, aunque no varíe nuestra situación ya hemos elegido. No hemos hecho nada, pero en eso se ha basado nuestra elección, hemos preferido no hacerlo. Hemos elegido.

Al igual que en todo siempre hay un camino más duro que otro. Con el primero tal vez nos cueste más llegar hasta nuestra meta. Pero recordad que cuanto más difícil es el camino a recorrer mayor será la recompensa al llegar. Sí, es cierto que va a ser duro, que tal vez otro no lo haría y optaría por el otro camino, eso depende de nuestros propios principios. Nadie dijo que fuera fácil. Evidentemente habrá obstáculos, barreras que nos parezcan inalcanzables y que requieran mayor esfuerzo por nuestra parte. Puede que se siembre en nosotros la duda de dar marcha atrás e ir por la otra bifurcación. Esta última se nos presenta más atractiva que la anterior, pero no se sustenta con los mismos pilares y su recompensa solo será un sucedáneo de lo que podría haber sido si hubiésemos escogido la primera opción.

He aquí el dilema. Tenemos que elegir. Algunos escogerán el primer camino, el fácil, y no solo con menos esfuerzo sino que además llegarán antes, probablemente la mayoría. Pero puede que haya otros que prefieran ganarse esa meta, que quiera llegar a la cima de la montaña a base de su trabajo y sacrificio, sin atajos. Os aseguro que cuando lleguen, más tarde o más temprano, su paisaje será mucho más bonito, porque sabrán valorar su esfuerzo. De este modo podrán alcanzar la cima de cualquier montaña que se propongan.


Moon

martes, 9 de diciembre de 2008

Decíamos ayer...(IV)

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"El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que temen, muy largo para los que sufren, muy corto para los que gozan; pero para quienes aman, el tiempo es eternidad."


William Shakespeare

domingo, 7 de diciembre de 2008

All I want for christmas is you

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La Navidad ya está aquí. Y con ella han vuelto los turrones y mazapanes, los árboles y belenes, los regalos y las reuniones familiares. Navidad es tiempo de alegría y magia, ilusión y esperanza; es tiempo de paz y amor. Las Navidades son un motivo de felicidad para muchos, para otros puede que solo sean sinónimo de regalos y vacaciones, de frío y nieve. También los habrá para los que sea un día cualquiera en el calendario o una forma de gastar desmesurada. Desgraciadamente los hay que las pasarán solos, con la única compañía del televisor y cuya cena será un más bien poco suculento plato. Quién sabe, hay miles de formas de vivir la Navidad, para unos más feliz y para otros menos. Deseo de corazón que haya más de lo primero y que vivamos con ilusión estos días tan especiales.

La Navidad es mi época favorita del año. Vuelven los buenos propósitos, las felicitaciones, el recuerdo de los que ya no están y la esperanza en que se cumplan todos nuestros deseos. Por lo menos a mí el ambiente navideño que nos rodea estas fechas, dirán lo que quieran, pero me hace más feliz. Así que ya se ha dicho, a disfrutar de estos días.

Y para los que vivamos estas fechas con un poco más de sentimiento y signifiquen algo más que tanto materialismo -que para qué nos vamos a engañar, también- espero que sepamos apreciar lo importante de toda esta fiesta.






Moon

sábado, 29 de noviembre de 2008

Saca al niño que llevas dentro

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Eran algo más de las once de la noche. Estábamos celebrando el cumpleaños de una de mis amigas y pasamos por el parque. El mismo parque que veo todos los días, el mismo parque en el que todos nos divertíamos cuando éramos pequeños. Sí, ese era nuestro parque. El mismo en el que hacíamos castillos de arena y jugábamos a las palas, el lugar en el que pasamos horas y horas jugando al balancín y tirándonos del tobogán. En ese mismo parque fue donde pasamos nuestra infancia. Hubo un tiempo en que jugábamos sin ningún tipo de preocupación mayor que la de no perder el rastrillo, donde nos manchábamos y nos poníamos hasta arriba de tierra sin importarnos lo más mínimo, fue en ese mismo parque donde fuimos felices.

La nostalgia invadió mi cuerpo mientras mis mejores recuerdos inundaban mi mente. Por un momento quise volver a ser esa niña. Sin dudarlo apenas un segundo corrí a montarme al columpio. Y ahí estaba yo, junto con las demás, intentando llegar hasta lo más alto, dejando escapar al niño que llevo dentro, ya que en cierto modo no hace mucho tiempo dejé de serlo. Hubiera jurado ser la persona más feliz del mundo mientras disfrutaba de mi regreso a la infancia. Hacía un frío horrible y sobre nosotras caía una suave llovizna pero allí estábamos, cantando por todo lo alto y riendo sin parar. Puede que a muchos os parezca una tontería, yo por mi parte espero poder repetir la experiencia. Para mí fue un momento mágico, durante unos minutos dejé de ser la chica que soy ahora y tuve la oportunidad de volver a ser esa niña dulce e inocente que una vez fui.






Moon


lunes, 24 de noviembre de 2008

Y vivieron felices para siempre


Me encantan las películas de Disney. Son clásicos que nunca me cansaré de ver. Lo que más me gusta de sus historias es que siempre tienen un final feliz, al final el hechizo de la malvada se deshace y nuestros queridos príncipes viven felices y comen perdices. Y no solo veo películas de Disney, sino que además las vivo, quizá os parezca una tontería, pero siempre me emociono al verlas. Para mí es una dosis de optimismo, cuando estoy en uno de mis momentos "plof" qué mejor que ponerme una película en la que el final feliz está asegurado. Y no solo eso, siempre triunfa el amor. Al final es el amor lo que puede con todo, da igual que sean manzanas envenenadas, conjuros de hechiceras, las malvadas intenciones de tus hermanastras, da igual que la persona de la que te hayas enamorado sea una bestia, al final siempre triunfa lo que de verdad importa, lo único que vale la pena y por eso puede con todo, como ya os he dicho, os hablo del amor.

En todos los cuentos hay siempre un príncipe azul que acaba rescatando a su princesa. Es una pena que no se pueda vivir una de esas historias, pero si le echáis imaginación tal vez sí que algún día se pueda conseguir algo... Desgraciadamente no va a venir ningún apuesto príncipe a buscarme en su flamante caballo para llevarme junto a él a un reino lejano, tampoco creo que aparezca de repente una bestia de la que me enamore perdidamente y cuando lo haya aceptado tal y como es se convierta en un perfecto caballero y dudo mucho que aparezca un Aladín en mi ventana con su alfombra mágica. Vaya, realmente es una pena. Pero aunque no me vayan a pasar ninguna de estas cosas sí que puedo tener la suerte de que me toquen otras muchas igual de buenas. Tal vez un día de lluvia me esté empapando y aparezca mi chico ideal de repente y coloque su paraguas sobre mí, eso perfectamente puede ocurrir. Desde luego sería un chico muy amable. También puede ocurrir que, como en las películas, vaya por la calle tropiece con él y me ayude a recoger los libros que se me han caído, muy típico pero puede pasar.

Tranquilos que tras este lapsus, también soy -algo- realista. Puede que simplemente le conozca de la manera más normal del mundo, sin que pase nada fuera de lo normal. Probablemente sea así, un encuentro como tantos otros, normal y corriente. Pero no será solo eso, además será algo especial. Recordad que en la más absoluta normalidad es donde se encuentra la especialidad, y lo que para cualquiera pueda ser un momento normal para ti y esa persona puede ser algo mucho más mágico. Algún día yo podré vivir mi propio cuento de hadas y veré a mi chico como el príncipe de todos estos cuentos que tanto me hacen soñar.




Moon

sábado, 22 de noviembre de 2008

La mala educación

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Desde que somos pequeños nuestros padres nos inculcan los valores con los que nos enfrentaremos al mundo cuando seamos capaces de hacerlo. Se supone que, aunque a cada uno de manera diferente, a todos nos han enseñado unas normas de educación mínimas con las que debemos comportarnos y dirigirnos a la gente. Desgraciadamente no todo el mundo hace uso de ellas. Y claro, luego llegamos los que estamos acostumbrados a usarlas y nos topamos con gente con la que, da igual seas cortés o de su misma calaña que te van a tratar con el mismo respeto y educación de siempre. Y ya no solo os hablo del por favor y el gracias, o el saludar al entrar en el autobús, cosas bastante normalitas al alcance de todos. Lo que más me molesta es que encima a los jóvenes nos tienen , menos mal que no todos, como esa gente que no sabe comportarse. Y no digo yo que no tengan razón pero, cómo no, siempre se tiende a generalizar. Oigan que soy la primera que critico el comportamiento inadecuado de la mayoría de los de mi edad, pero ya que yo no me incluyo en ese gremio, no quiero que la gente tenga ese tipo de prejuicios ni conmigo ni con ninguno de los jóvenes que, discúlpenme la medalla, sabemos comportarnos.


El caso es que estaba yo el otro día sentada en el autobús, y como suele ser usual la línea cinco llegaba con retraso por lo que el vehículo no tardó en llenarse. Entonces entra la típica señora mayor que va con bastón porque a la pobre ya le cuesta hasta andar, y como puede atraviesa el autobús en busca de un asiento. En seguida se da cuenta de que el aforo de asientos está completo y se queda mirando a un par de chicos, bueno más que chicos niños porque no tendrían más de unos trece o catorce años, supongo que con la esperanza de que alguno le cediera el sitio. Pero no solo no lo hicieron sino que encima se rieron de la pobre mujer. Todo esto sucedió en el poco tiempo que necesité para darme cuenta de la escena y rápidamente cederle el mio. No hice nada especial, de hecho ni lo pensé, me salió solo, el caso es que en cuanto se pudo sentar no paró de agradecerme, ya ves tú, la pamplina que acababa de hacer (lo de pamplina es porque no era para tanto). A mi ya me estaba dando hasta corte porque estando todos tan comprimidos la gente se había dado cuenta y observaban nuestra escenita. La viejecita que había entrado al autobús con una cara que parecía que le pesaba el alma estaba ahora sonriendo con los pocos dientes que le quedaban. Probablemente os parezca una chorrada, pero me sentí bien al pensar que tal vez por un momento le había hecho olvidar sus penas a esa mujer. Y así, con la gente mirando y yo mirando a la gente, llegué hasta mi destino en la calle General Moscardó.

La pena es que tuviera tanto que agradecerme, porque si esos detalles los tuviéramos siempre la gente no se sorprendería al verlos. Conste que ya no solo hablo de los jóvenes, también hay adultos que no saben lo que es esto de la educación, y mira tú por dónde la mayoría de estos son los que más critican su carencia. En fin, algo que tendría que ser normal, resulta que es la excepción.


Moon

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Decíamos ayer... (III)

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"Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia."

Paulo Coelho

domingo, 16 de noviembre de 2008

Algún día

¡Ay el amor!, dichosos los que han probado semejante manjar y pueden fardar de ello. Y sobre todo, dichosos aquellos que no lo pidieron y sin embargo, se les concedió. Y es verdad que, cuanto más quiere uno una cosa más tarda en llegar. ¡Cuantísimas almas como la mía ansían encontrar a su gemela! Todo hay que decir que resulta muy frustrante. Claro que, qué sería la vida sin el camino a recorrer para alcanzar nuestros sueños. En sí la vida es eso, un largo camino en el que nuestra meta es lograr que todos esos sueños que nos mantienen en pie se hagan realidad. Pero mientras esperamos es impepinable que, aunque lo queramos evitar, nos planteemos si todo eso por lo que estamos viviendo y que estamos esperando con tantas ganas aparecerá algún día.

Yo estoy convencida de que ahí fuera hay alguien. Y no solo para mí sino también para ti y para todas y cada una de las personas que forman este mundo. En alguna parte hay otra alma que quiere juntarse con la tuya. El problema viene después, cuando pienso si la encontraré algún día. Y es horrible pensar que nunca conocerás tu razón de vivir, la misma en la que piensas antes de acostarte o cuando ves una pareja por la calle abrazados. Desgraciadamente este pensamiento me inunda el corazón, y como ya he dicho, aunque lo quiera evitar me entristezco solo de pensarlo. Tengo que reconocer que me da miedo pensar que ese sea mi destino, que tal vez -vale, ya sé que suena muy melodramático- no haya nacido para eso, tal vez no llegue a enamorarme nunca. Por supuesto en cuanto me pongo a pensarlo procuro desviar todas estas ideas desagradables y, para variar, ser más positiva. Por qué pensar mal teniendo todo el tiempo del mundo para que suceda lo contrario, nadie me puede garantizar que lo consiga, pero tampoco me pueden asegurar que fracase en el intento.

Así que lo único que saco en limpio de todo es que hay que tener esperanza. Es lo último que se debe perder, porque es mejor viajar lleno de esperanza que llegar sin ella. Y esta misma es la que hace que nuestro corazón siga encendido, a la espera de algo que, llegará. Es la mano que nos tiende Dios para que la espera se haga más amena y el tiempo más corto, por muy largo que sea.

No la perdamos nunca, porque es lo que realmente nos va a sustentar en los momentos difíciles. Y por supuesto la misma que me convence cada día más de que lo encontraré y sino, tiempo al tiempo.


Moon




sábado, 15 de noviembre de 2008

Sonrían, por favor.

Hace un día precioso, sales a la calle con tu mejor sonrisa, respiras profundamente, miras al cielo y simplemente eres feliz. Es un día normal y corriente, no pasa nada especial, pero estás alegre. Empiezas a caminar y te encuentras al portero del edificio de al lado, tan agradable como siempre, que te pregunta cómo estas y, a quién no, te saca una sonrisa todavía más grande que la que ya tenías. Vas por la calle y algunos te miran pensando extrañados "¿y a esta qué le pasa?". Otros sin embargo hasta te sonríen dejándose contagiar por tu encanto. Entonces piensas en todas esas personas, todas esas vidas que hay más allá de lo que tú has visto por la calle. Tal vez ellos también sean felices y por eso se unan a tu positivismo con entusiasmo, o por el contrario hayan tenido un mal día y no sean capaces de curvar las comisuras de sus labios en un intento leve de gesto alegre. Aun así tú sigues sonriendo mientras caminas hasta llegar a tu destino. Y entonces ese mismo destino decide que te cruces con alguien que, mira tú por dónde, pobrecillo pero no es su día. En seguida te percatas de la negatividad que irradia a su alrededor e intentas mostrarte lo más amable posible para no empeorar lo que, según se veía, debía ser un bad day de los grandes. Y tras terminar con vuestro "pequeño encuentro" tú sigues con tu vida y él con la suya. Tú sigues con tu sonrisa, aunque algo reducida, y él probablemente con su desdicha. Pero es inevitable que empieces a pensar qué es lo que le podía haber pasado al señor que, de una manera u otra, te ha bajado el ánimo con el que has salido de casa. Y en eso mismo estaba pensando yo cuando, mientras regresaba, miré hacia el cielo contemplando la hermosa luna que resplandecía en medio del capote negro. Y volví a sonreír, aunque esta vez pensando, que probablemente ese señor no se diera cuenta de lo bonita que estaba la luna esa noche.


Es increíble cómo sin quererlo, nos vemos afectados en cierto modo por el humor de los demás. Puedo entender que uno tenga un mal día, también yo tengo días inaguantables como todo el mundo. Pero aborrezco a la gente que directamente es antipática de por sí, y encima te transmite ese pesimismo por todo sin ninguna excusa decente. Si no tienes un motivo concreto por el que estar triste, si el mundo no se ha confabulado contra ti, entonces sé feliz.

Porque no hace falta nada especial para ser feliz, no hace falta nada especial para sonreír.


Porque una sonrisa no cuesta nada, porque una sonrisa puede cambiar el mundo, MI mundo.


Así que, sonrían por favor. =)


Moon


Pd: No sé si alguien más se ha dado cuenta de la impresionante luna llena que se ha asomado en las últimas noches.


martes, 11 de noviembre de 2008

Esto sí que es empezar bien...

Ayer fue un lunes bastante aceptable, sobre todo siendo lunes. Aunque eso sí, como suele ser común en mí, lo empecé dándole mi toque de patosería y gracia.

Nueve menos cinco, estoy cruzando la calle que separa mi casa del colegio y como voy un poco pillada de tiempo y por no darme la vuelta, (aunque reconozco que también por vaguería) me dispongo a entrar por la portería principal. Yo que iba dormida, atontada y sin mirar por donde pisaba empiezo a subir las escaleras. Todo sucedió en pocos segundos, ni si quiera me di cuenta de lo que había pasado hasta que no estuve con una mano en el suelo. Gracias a eso pude evitar comerme literalmente la escalera y echar por tierra año y medio de ortodoncia. Menos mal que alguna intervención divina evitó que eso pasara. No tenía ninguna gracia, pero cómo no, me reí en cuanto me desperté del susto. No sé si alguien fue testigo de ello, si fue así no me di cuenta, en ese caso nos hubiéramos reído juntos de mi torpeza.

Me podía haber hecho daño, pero lo que más agradecí fue que no pasara en ese momento ninguno de mis profesores, hubiera sido muy vergonzoso.

Vaya, eso sí que es levantarse con el pie izquierdo.



Moon

sábado, 8 de noviembre de 2008

La ignorancia no exime el cumplimiento

Dicen que la ignorancia da la felicidad. No nos engañemos, en todo caso se trata de una felicidad falsa. Cuando nos aferramos a algo que no es la realidad lo que tenemos es miedo de que esta sea algo que no nos pueda agradar. Pero no podemos vivir engañados siempre. Todas esas veces que decidimos taparnos los ojos para no ver la verdad que nos rodea, lo único que estamos haciendo es rechazar la auténtica, aunque muchas veces dura realidad. Un rechazo con el que tarde o temprano vamos a chocar de frente y para el que es mejor estar preparado. ¿Acaso es mejor vivir ignorando una mentira que con el tiempo te va a doler más? Cuando sufrimos por cosas que de no ser conscientes de ellas no nos afectarían, resulta tentador el hecho de no querer saber más, de volver a taparnos los ojos, de esconder esa verdad que nos persigue y que nos va a hacer sufrir.

Pero no podemos evitar constantemente situaciones dolorosas para ser felices. Es imposible ser feliz siempre en esta vida. Aunque no nos guste, también hay momentos de dolor, de tristeza, de sufrimiento, tramos difíciles que debemos pasar para luego valorar más esa felicidad tan anhelada. Es cierto que no es fácil superar todos los obstáculos que se nos presentan, pero nadie dijo que fuera a ser tarea sencilla.

Conforme maduramos nos damos cuenta de que la realidad que nos rodea es bastante diferente al mundo perfecto en que creíamos cuando éramos pequeños. Entonces ignorábamos lo que sucedía a nuestro al rededor y no nos preocupaba. Ahora ya no hay escapatoria alguna para eludir esos momentos en que la vida te enseña que no todo es alegría y felicidad. A Dios gracias que todavía no he tenido que cruzarme con ninguna circunstancia demasiado dolorosa, no obstante también sufro mis malos momentos como todo el mundo. Pero pensar que después de la tempestad saldrá un sol triunfante que acabará con las sombras, me da fuerzas para luchar y seguir adelante y cuando se haya acabado, entonces eso sí que será la auténtica felicidad.

No nos escondamos de la realidad por cruel que sea, porque cuando pasemos el mal trago, seremos recompensados y mucho más felices que todos aquellos que decidieron ocultarse ante la tormenta.


Moon




martes, 4 de noviembre de 2008

Por fin

Recuerdo que estaba muy nerviosa, no sabía muy bien cómo iba a actuar ante los hechos o si metería la pata como consecuencia de mis escasa experiencia en estos temas. Sin embargo, por alguna razón, estaba segura de que era él. Había algo dentro de mí, que manifestaba que así era. Mi corazón latía fuerte, excitado, incitándome a acercarme más hacia la persona a la que este quería pertenecer. Y así lo sería, porque por fin, tras una larga y dura espera, lo había encontrado.

Y allí estaba, al principio se mostró igual de tímido que yo, pero conforme pasaba el tiempo fuimos adquiriendo confianza el uno del otro. Él también lo sabía, estábamos destinados a estar juntos. Sin saber muy bien de qué, empezamos a hablar a la par que caminábamos, íbamos sin rumbo, simplemente estábamos juntos que era lo que importaba. Me hizo reír, y mi carcajada hizo reírse a él también, me ruboricé. Me acarició con ternura al ver mi sonrojo. Su tacto hizo reaccionar a mis estímulos de una forma muy distinta a la que estaba acostumbrada. Bajó su mano hasta alcanzar la mía y la sujetó con suavidad. Durante unos segundos su mirada penetrante se perdió en la mía, ninguno de los dos quiso interrumpir ese momento y sin darnos cuenta retomamos nuestro paseo. Tras unos instantes de silencio mutuo, comenzamos a hablar. Ideas, sueños, ilusiones.... ambos habíamos anhelado una cosa por encima de todo, pero ese deseo ya se había realizado. En ese momento me sentí la persona más feliz del mundo. Justo en ese instante me susurró al oído:

-Te quiero.

Y entonces mi mundo estuvo completo. Por fin te había encontrado, por fin estábamos juntos, nuestra espera había valido la pena. Daba igual el tiempo que hubiéramos estado solos, pues ya había sido más que recompensado. Y todavía quedaba mucho más. He de reconocer que en ese momento me parecía todo tan perfecto, que me imaginé en una nube, no podía creer lo que me estaba pasando. Entonces, hizo algo que me sacó de la pequeña duda que mi mente había creado, me besó. Fue un beso perfecto lleno de ternura. No lo podía haber imaginado mejor. Ese fue nuestro primer beso.


-Te quiero.

Logré responder cuando volví a la realidad.




Moon




viernes, 31 de octubre de 2008

En busca de la felicidad

Ahí fuera hay alguien. Estoy segura, tiene que haber alguien. Puede que él se esté preguntando lo mismo en este momento, que también me esté buscando. Tengo grandes esperanzas de que así sea. Tiene que haber alguien pensado para mí, que me entienda, que me comprenda, que me quiera, que sepa aceptarme tal y como soy. Alguien con quien poder compartirlo todo, mis mejores momentos, mis ilusiones, sueños, pensamientos. Alguien que me conozca, vea mis defectos y aun así me diga "te quiero". Todos mi sueños podrían reducirse a uno solo, no me importa nada más, simplemente que algún día alguien me dijera esas dos palabras. Cómo esas dos palabras pueden cambiarlo todo, cómo dos sencillas palabras van tan llenas de sentimiento que cuando llegan a nuestro interior nos da un vuelco el corazón y sentimos mariposas en el estómago. En ese momento lo demás dará igual, qué importa que el mundo se desmorone a nuestro alrededor, si mi mundo ya está completo, por fin habré encontrado la pieza que me faltaba. Por fin habré sabido lo que es el amor.

Pero hasta entonces aquí estoy, escribiendo lo que siento, sé que tengo la suerte de contar con gente a la que le puedo contar todo, pero es tan difícil de explicar cómo me siento, creo que ni aquí lo sé plasmar bien. En momentos como este siento un vacío interior que no sé cómo llenar, no hay sucedáneo alguno que pueda ocupar dicho lugar. Ni palabras capaces de describir tales sentimientos.

Hoy estoy sola, caminando en un viaje rumbo a la felicidad, de momento sin poder compartirlo contigo.




Moon

miércoles, 29 de octubre de 2008

Perdida por Madrid

Tras mis últimos fracasos en la elección de libros, he decidido apuntarme a una biblioteca para leer los que no me acaben de atraer demasiado y si no me gustan me ahorro comprarlos. Así que esta tarde me dispuse a comprobar por mí misma cómo eran en realidad las bibliotecas que tan solo había visto en las películas.

Estaba yo en avanzado proceso de congelación sentada en la parada, cuando por fin llegó el autobús. Al entrar, enseguida noté el cambio del clima acogedor que llenaba el vehículo (no sé yo muy bien si tacharlo de cálido u olor a humanidad). Aun así, yo estaba contenta, tengo que decir que me gusta mucho ir en autobús por Madrid, así que me senté a disfrutar de las vistas de las calles de la capital. Iba con los auriculares puestos, era como si llevara la banda sonora de una escena en la que había gente de lo más dispar. Ejecutivos con trajes y cara de cansancio, un par de chicas jóvenes, el clásico matrimonio castizo, otros dos hombres que parecían no conocerse de nada charlaban tranquilamente y hasta el conductor había hecho migas con otro estudiante. Tras bajarme en la parada de la calle del General Martínez Campos, subí la calle hasta llegar a la plaza del pintor Sorolla, allí fue donde empecé a perderme. Mi primer instinto fue el de bajar la calle Santa Engracia, juraría que iba por el buen camino. Pero no solo no era así, sino que la calle no la conocía ni el tato, no sé a cuántas personas llegué a preguntar, pero ninguna de las que vivían por la zona la habían oído en su vida. Antes de bajar más de lo que ya había adelantado me decidí a llamar por teléfono a la biblioteca para que me indicaran cómo llegar desde donde estaba.Qué patético. ¡Incluso a ellos les costó indicarme! Resulta que iba en dirección contraria. Cuando por fin llegué, no sé por qué me impresioné, ¿acaso esperaba encontrarme una biblioteca como la de Hogwarts? En sí, el sitio no fue lo que más me sorprendió, pero he de reconocer que esperaba encontrar un lugar con ambiente de estudio y lo que había allí no era precisamente eso. Nada más entrar fui a pedir información. Ahí estaba yo, con toda mi ilusión, mi mejor sonrisa y la voz más amable que pude sacar preguntándole a la bibliotecaria. Menos mal que dijo algo... se limitó a decir "primera planta" sin apenas inmutarse. Tal vez otro día pueda robarle una leve sonrisa, quién sabe. Subo al primer piso y una chica, dentro de lo que cabe agradable, me dice que necesito el permiso de mis padres por ser menor de edad. ¡Si sólo quería sacar un libro! En fin, después de eso emprendí mi viaje de vuelta. Supongo que me pasará lo de siempre, me haré el carné y luego no iré nunca, o quizá sí. Por lo menos es una excusa perfecta para darme una vuelta de vez en cuando.


Moon

lunes, 27 de octubre de 2008

¡Qué bello es vivir!

La mayoría del tiempo nos pasa, no nos damos cuenta de lo afortunados que somos. Estamos más pendientes de quejarnos de todo aquello que no tenemos que de agradecer todo lo demás. Y es una forma de amargarse absurda, la verdad. Nadie ha dicho que no podamos conseguir aquello que no tenemos. Al contrario, la vida nos da una oportunidad cada segundo que pasa para hacer realidad nuestros sueños (claro que depende de lo dispuestos que estemos para cumplirlos). En nuestras manos está el alcanzar nuestras metas. (Bueno, y en las del que está arriba.) De hecho esa es la gracia del asunto, el poder realizar esos sueños, proyectos e ilusiones que hacen que nuestra existencia tenga un sentido.

Y mientras tanto hay que saber disfrutar de lo que ya tenemos, que a veces se nos olvida que poseemos incluso más de lo que nos merecemos. No estoy hablando de bienes materiales, sino de cosas que son tan simples, que ni si quiera las sabemos apreciar. Reír, saltar, correr, gritar, aprender, leer, crecer, querer, pasear, cantar, bailar, amar, pasear, abrazar, soñar despierto, andar sin rumbo, ver el atardecer en verano, mojarse con la lluvia, escuchar música, ir al cine, sentir el viento sobre la piel, respirar un soplo de aire fresco............En definitiva, VIVIR.

No es nada del otro mundo, de estas cosas podemos disfrutar todos, esos pequeños placeres que la vida nos regala y muchas veces olvidamos lo felices que nos hacen, por lo menos a mí. Vale, también hay muchas cosas que anhelo tener, aunque todas se pueden resumir en una, pero por el momento me conformo con lo que tengo y más adelante, las conseguiré (si Dios quiere). De momento no desperdiciemos ni un solo instante de esta vida que tanto tiene que ofrecernos.

¡¡A vivir se ha dicho!!




Moon

viernes, 24 de octubre de 2008

Decíamos ayer... (II)


"Amor significa colocar la propia felicidad en la felicidad de los otros."

Pierre Teilhard de Chardin

miércoles, 22 de octubre de 2008

Singing in the rain


Hoy mientras estaba en clase me he distraído mirando por la ventana. Llovía, y mucho. Lo primero que he pensado ha sido cómo me hubiera gustado estar allí fuera. Empapándome, riéndome, cantando mi canción favorita y dando vueltas sin parar....... Hubiera sido la persona más feliz del mundo solo por haber hecho esa estupidez. Durante un momento mi parte racional pensó que probablemente cogería un resfriado, vale, pero ¿y qué?. ¿Qué vale un resfriado comparado con ser feliz? Nada de nada. Rápidamente me quité la idea de mi cabeza y seguí metida en mi imagen bailando bajo la lluvia. Sonreí. Seguramente el que haya sido testigo de esto se pensaría si estaba en la clase solo de cuerpo presente. Realmente era así. (Conste que no me suelo distraer en clase, normalmente soy muy formalita.) Mi letargo acabó en cuanto le hicieron una pregunta a mi compañera de al lado y tuve que enterarme del asunto por si esta rebotaba en mí. A la salida, al volver a casa me dieron ganas de escenificar mi sueño en plena calle. Pero claro, en cuanto vuelves a la realidad y ves que estás rodeada de gente que probablemente piensen que estás loca en cuanto lo hagas te lo piensas un momento. Volví a sonreír escenificando la escena en mi mente de todos con caras raras. No me importaba que se pensaran que estuviera loca, pero hay que reconocer que era un comportamiento propio de alguien poco cuerdo. Y como aunque no os lo creáis no estoy en absoluto mal de la cabeza.... me contuve.

Por lo menos sentía las gotas de la suave lluvia sobre mi rostro. Me estaba calando, pero me sentí feliz y volví a sonreír. =)

No me gusta el frío, ni me gustan las lluvias torrenciales, pero los días de lluvia me parecen una estampa preciosa para ir con esa persona especial caminando juntos, abrazados, debajo de un paraguas. (o sin el)

De momento me conformo con cantar bajo la lluvia, ojala algún día pueda protagonizar yo esta escena.



Moon

PD: ¿Por qué siempre acabo pensando en lo mismo?

domingo, 19 de octubre de 2008

¿El fin justifica los medios?


"Permitir una injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen."


Willy Brandt


Creo que esta frase me puede ayudar a explicar lo que quiero tratar hoy. No quiero meterme demasiado en el tema porque, aunque más madura, no dejo de ser una niñata todavía y no tengo mucha experiencia en la vida como para hablar de temas tan importantes. Simplemente es que me gustaría saber la opinión de la gente sobre el caso y de paso comentar mi humilde opinión.

La Legislación de Reproducción Asistida de Mayo de 2006 contempla la posibilidad de seleccionar embriones para conseguir el nacimiento de un bebé que permita salvar a su hermano enfermo. Recientemente están saliendo más casos de este tipo, y todo el mundo está opinando si moralmente se debe hacer o no. Tengo que decir primero de todo que yo no soy madre, pero puedo aseguraros ya que si algún día tengo un hijo y está a punto de morirse haré lo que sea con tal de salvarlo.

El punto de vista de la Iglesia en este tema era de esperar, obviamente no están de acuerdo. El fin no justifica los medios, eso es lo que argumentan ante el rechazo de salvar una vida. Bien, como ya he dicho en entradas anteriores, yo soy católica , y me interesa bastante su opinión. Todos estamos de acuerdo en que no se puede dejar morir a nadie, pero el problema viene cuando para poder evitarlo hay que desempeñar otras acciones no tan moralmente aceptadas. Para llevar a cabo dicho procedimiento, se fecundan varios embriones y se escoge el que es compatible con el hermano desechando los demás. Es el mismo sistema que la fecundación in vitro, pero el motivo de esta última es bastante distinto.



La verdad, yo no pienso como Maquiavelo ("El fin justifica los medios") pero como todo en esta vida hay excepciones. Y creo que en esta ocasión merece ser una de ellas. No estamos hablando de manipular genéticamente para elegir los ojos de nuestro niño (cosa que me parece bastante incoherente), sino de salvar una vida.

Pero volviendo al hilo del asunto, la cita que os he puesto al principio era para intentar "explicar" (o por lo menos desde mi punto de vista) la reacción de la Iglesia. En este tipo de casos siempre se muestra tajante e indiscutible. Lo que yo entiendo de su reacción (que no estoy del todo de acuerdo) es que si se abre la posibilidad de consentir cualquier caso de manipulación genética, en seguida van a aprovechar el coladero para aplicarlo a otras situaciones ya no tan éticas. En ese aspecto sí que lo entiendo, en parte.

Pero si de algo estoy segura es de que al que tenga que sufrir un trance así y se vea obligado a actuar como no lo haría en otra situación, Dios le comprenderá y no creo que le guarde ningún rencor.

Bueno solo quería exponer un tema que creo importante. Me gustaría que participárais y compartiéramos opiniones.

Moon

PD: Sé que tal vez no me he expresado del modo correcto, pero creo que todos entendemos más o menos este tema.

martes, 14 de octubre de 2008

Soledad


El otro día me puse a hacer el típico test del tuenti (que me sacan de quicio), pero como no tenía nada más interesante que hacer me puse a contestar a las preguntas. Después de responder a varias estupideces salto a la siguiente y leo ¿a qué le tienes miedo?. Yo estaba un poco atolondrada pero esa pregunta me hizo pensar, y lo que me faltaba a mí era eso, que me dieran cuerda. En fin, lo único que puse fue "prefiero no pensarlo", típica respuesta para eludir la pregunta. Pero no fue así, para mi desgracia en seguida reflexiono sobre cosas que, a mi edad no deberían de importarme. (Por lo menos no les importan a la mayoría). Pero como yo en estas cosas soy algo especialita pues nada, antes de pasar a la siguiente pregunta ya estaba rondándome la cabeza la idea de mis miedos.

Soledad.

Esa fue la conclusión que saqué después de pensarlo. La verdad es que hoy por hoy a lo que más temo es a la idea de poder quedarme sola. Y no entiendo muy bien por qué, ahora mismo estoy rodeada de gente, no me puedo quejar de mis amigos y mucho menos de mi familia, entonces por qué. Enseguida llegué a donde siempre acabo, aunque no me sienta sola, echo en falta a la única persona que realmente creo necesitar. No digo que sea la más importante en mi vida, pero sí una pieza clave que yo todavía no he encontrado y lo que es peor y me hace tener miedo es no encontrarla jamás. A eso tengo miedo, a no encontrar lo que más quiero. Tal vez la soledad sea estar rodeado de personas y echar de menos a la que falta.

De repente me sentí vacía, como si me faltara algo. Quién sabe si algún día encontraré esa parte de mí que tiene alguien. En fin, que no parezca que me deprimí, no. Pensar en estas cosas siendo tan joven te da bastantes esperanzas, me queda toda la vida por delante para encajar mi pieza.

Aun así prefiero no pensarlo, que seguro que si lo pienso más me saldrán más cosas....

Moon


martes, 7 de octubre de 2008

Decíamos ayer...


"La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante."

Paulo Coelho





PD: No hay mucho que comentar, esta frase habla por si sola.





sábado, 4 de octubre de 2008

Domingos de antaño


Hoy es domingo, mi plan para esta tarde, estudiar, estudiar y estudiar. Esta mañana ya he ido a misa así que ya no tengo que salir. Miro hacia atrás y recuerdo cómo eran los domingos cuando yo era pequeña.
Tendría unos 6 años más o menos, me acuerdo que casi todos los domingos mi tía nos llevaba a ver museos. La verdad es que a base de eso aprendí bastante sobre arte, pintores importantes, obras maestras, etcétera.

Mi tía nos recogía temprano, cogíamos el 14 o el 27 en el Paseo de la Castellana y la atravesábamos hasta el Paseo de Recoletos, donde están el Thyssen y el Prado. Cada domingo íbamos a uno distinto, nos veíamos todas las exposiciones de la temporada y así nos fuimos familiarizando con la cultura y el ambiente madrileño. A la salida del museo, nos llevaba a comer fuera. Era divertidísimo. Gracias a eso, ahora sé varias rutas de tapeo por Madrid, jeje. El bocadillo de calamares de El brillante, las tostas de La dolores (detrás del hotel Palace), las tascas alrededor de Sol. Tengo que decir que me encantaba, yo era una enana a la que le gustaba ir a los sitios de los mayores. Así fue como conocí poco a poco la gran ciudad, mi ciudad, y a la que tengo gran cariño. Me encanta Madrid, y el simple hecho de pasear por la Castellana me parece un lujo. Rincones, calles, avenidas, plazas, fuentes, preciosos edificios... Lo tiene todo. Vale, no deja de tener los agobios de una gran metrópoli, pero aun así, me sigue gustando.

Todo esto hizo que los domingos se convirtiesen en mi día favorito, supongo que en parte por ese bonito recuerdo me siguen gustando.

Pero ya no son lo mismo que entonces, cuando no tenía deberes ni exámenes que estudiar. Ahora en eso se basan mis domingos, en incar los codos y sino, en descansar en casa con mi familia después de salir el sábado.

En fin, vaya nostalgia la que me ha venido de repente. Aquellos domingos de antaño....

Y pensar que fue ayer...



Un beso,

Moon.

miércoles, 1 de octubre de 2008

¿Tú también te has enamorado de Edward Cullen?



No hará más de un año llegó una amiga mía al patio entusiasmada por contarnos el libro que había descubierto ese fin de semana. Dijo que se llamaba Crepúsculo, y que era un libro de amor entre vampiros. Buah, ¿vampiros? rápidamente lo descarté. Aparte de Harry Potter suelo ser muy especialita para libros fantásticos por lo que no quise saber más de el. Pero basta que no me interesara para que esas mismas navidades me lo trajeran los reyes "me lo han recomendado en la librería, ¡está entre los más vendidos!" se excusó mi querida tía. Bueno, probemoslo entonces, pensé yo. Recuerdo que me costó empezarlo y la mala fama que le había hecho al libro hizo que el primer capítulo me resultara incluso algo aburrido. Pero en contra de mis prejuicios, en seguida me sumergí en tan apasionante historia y lo acabé a los tres días. No me lo podía creer, simplemente me encantó. Yo me esperaba algo parecido a Drácula y lo que me encontré fue a un vampiro elegante y romántico, educado y que por supuesto no se dedicaba a matar a jovencitas. No tardé mucho en hacerme con la trilogía entera, he de reconocer que la historia me fascinó por completo. Más bien, lo que he de reconocer es que lo que más me fascinó fue su protagonista, Edward. Pero y ¡¿a qué chica no?! estoy segura que todas las que nos hemos leído el libro y hemos vivido esta intensa historia de amor nos hemos sentido identifiadas con la protagonista y, para qué negarlo, la hemos envidiado con todas nuestras fuerzas por tener al chico perfecto. Probablemente la gente al ver un ejemplar en las estanterías o escaparates de las librerías -que están repletos de ellos- piense lo mismo que pensé yo al principio: otra típica novela para adolescentes, supongo que al fin y al cabo es eso, será que soy adolescente.

No sé hasta qué punto me ha llegado a gustar la saga. Creo que nunca había estado pendiente de la publicación de un libro, pero para todo hay una primera vez. Y la mía será el día ocho de octubre, cuando por fin salga el cuarto y último libro de Stephenie Meyer: Amanecer. Hoy al pasar de mes en el calendario ha sido cuando me he dado cuenta de lo poco que falta, y allí estaré yo el mismo día ocho leyendo hasta las tantas de la noche el tan esperado final.

Es una historia surrealista, vale, en eso estamos completamente de acuerdo, pero hasta yo he querido que existieran los vampiros si es verdad que estos pueden ser como los describe la autora.

Recomiendo su lectura a todo el mundo, niños, mayores, chic@s y a todo el que le gusten las historias de amor.




Moon

martes, 30 de septiembre de 2008

Música por dentro

Hay veces que de repente, sin saber por qué, te pones a tararear una canción que hacía tiempo no escuchabas.
Una de esas canciones que en su día escuchaste una y otra vez hasta que te hartaste, de esas que aunque todo el mundo conozca, ya se ha pasado de moda. Bueno pues hoy he sido yo la tonta que de repente se ha puesto a tararear, primero en la cabeza y luego en alto una de mis canciones favoritas. Aun así, entre tanta descarga, hacía mucho tiempo que no la oía. Es de uno de los pocos grupos que realmente me llegan con sus caciones, de los que se te pone la piel de gallina cuando las escuchas y repites su disco una y otra vez. Ese grupo es Coldplay. Aunque ya han sacado nuevo disco, bastante bueno por cierto, esta canción es de su anterior álbum X&Y. La primera vez que la escuché pensé, demasiado lenta, no me gusta. Pero cuando entiendes lo que dice y la escuchas más detenidamente te das cuenta de la fuerza que tiene, que relamente es una de esas pocas canciones que te llega de forma profunda.



Fix you
when you try your best
but you don't succeed
when you get what you want
but not what you need
when you feel so tired
but you can't sleep
stuck in reverse

and the tears come streaming down your face
when you lose something you can't replace
when you love someone but it goes to waste
could it be worse?

lights will guide you home
and ignite your bones
and I will try to fix you

high up above or down below
when you're too in love to let it go
but if you'll never try, you'll never know
just what you're worth

lights will guide you home
and ignite your bones
and I will try to fix you


Espero que disfrutéis de la canción.



Moon


jueves, 25 de septiembre de 2008

Premio Proximidad



En primer lugar darle las gracias a Laureta, que ha depositado su confianza en mi desde el primer post. De verdad sigo pensando que no lo merezco, pero me hace tanta ilusión que lo tengo que poner!! Espero no decepcionarte, ni a ti ni a todos los que me leéis, GRACIAS, sin vosotros no sería posible.

En fin, que emoción, continuemos:


Se debe linkear a la persona que te lo entregó y poner lo siguiente: A todos nos encantan los blogs, donde en la mayoría de ellos sus objetivos son mostrar las maravillas y hacer amistades; hay personas que no se interesan cuando les damos un premio y de esta manera contribuyen a cortar esos lazos; ¿queremos que se corten o que se propaguen? ¡Entonces tratemos de prestar más atención a ellos!


Así que este premio debemos entregarlo a 8 bloggeros que a su vez deben hacer lo mismo y poner este texto.


Mis 8 bloggeros los iré diciendo más adelante. Gracias de nuevo.


Un beso,

Moon

PD: Como podéis comprobar vuelve mi problemilla con la letra cursiva....sorry




miércoles, 24 de septiembre de 2008

Cumbres Borrascosas



Si perecieran todas las demás cosas pero quedara él, podría seguir viviendo. Si, en cambio, todo lo demás permaneciera y él fuera aniquilado, el mundo se me volvería totalmente extraño y no me parecería formar parte de el.

Catherine

Hoy no estaba muy segura de con qué actualizar, de repente he visto el libro de Cumbres Borrascosas en mi estantería y he querido compartir con vosotros estas palabras. Ha sido lo que más me ha gustado de todo el libro hasta el momento, todavía no me lo he acabado (probablemente debería esperar, pero no voy a aventurarme a criticar ni opinar sobre el libro en sí). Tengo que decir que yo devoro los libros en cuanto los abro, sin embargo este se me esta atragantando un poco. Tal vez sea porque me está resultando un poco aburrido. Aun así no pienso dejarlo a medias, lo terminaré pronto, lo prometo. Y entonces podré opinar.

Ahora de momento centrémonos en estas dos frases. Sin duda son unas palabras con mucho sentimiento, si no habéis leído el libro probablemente pensaréis, que libro más romántico. Lo es. Pero no es solo eso lo que fundamenta la obra de Emily Brontë, el rencor, la obsesión, la pasión y la venganza cobran vida en esta fantástica narración. Ojo que el hecho de que no me este emocionando no significa que no sepa apreciar lo bien escrita que está. Os pongo en escena. Esta es la confesión de Cath a su querida aya la Sra. Dean, sobre sus sentimientos hacia su hermanastro-amigo de toda la vida Heathcliff. Justo en ese mismo momento le cuenta que, aunque está locamente enamorada de él, se va a casar con Linton. Claro que el dinero lo consigue todo, precisamente esa es la razón que mueve a Cath a casarse con un hombre al que no ama. Y para más inri, resulta que Heathcliff esta escuchando su conversación a hurtadillas y se esta enterando de todo...

Si queréis saber lo que pasa después, leeros el libro y lo descubriréis. ;)

Ahora procedamos a mi evaluación de los hechos. Catherine me parece una persona caprichosa, egoísta, ambiciosa y cruel. Nuestro Romeo no se queda atrás, no señor, no va a ser menos! Por lo menos él, tiene más excusas que su compañera para ser así. (Repito, descubrirlo vosotros mismos y me decís.) Y el lelo de Linton, que parece que no quiere ver la realidad, quiere conseguirla a toda costa. Si son tal para cual!!

Y me pregunto: ¿Cómo una persona puede rechazar a su alma gemela, de la que esta profundamente enamorada, y además es correspondida, por tener ambiciones materiales? Es como si la felicidad llamara a tu puerta y tú vas y echas el cerrojo.

En fin, es una pena pero es la pura realidad.



¡¡Muchas gracias por leerme!!

Un beso,
Moon










martes, 23 de septiembre de 2008

Dulces sueños

Ya empiezo otra vez. Ya estoy como de costumbre fantaseando, cuando no tengo nada mejor que hacer..... Como por ejemplo, estudiar!! Bueno se supone que no me permito soñar despierta cuando tengo deberes que hacer, pero resulta tan tentador teniendo un libro romántico a la vista, que al final caigo. Y ya no puedo salir de mi ensoñación. Y ahí está él, se supone que todavía no le conozco, (tal vez no lo llegue a conocer nunca), pero el caso es que lo reconozco en seguida y caigo en sus brazos con una confianza y facilidad increíble. Y ese es el momento en que se para el mundo a mi al rededor, el momento en el que no quiero que pase nada más, simplemente quedarme abrazada a él, que me quiere y que por supuesto yo amo. No lo imagino como un modelo, sí bastante guapo, y perfecto, perfecto para mí. La verdad es, que no sabría describir su rostro, como el de un ángel resplandeciendo a mi lado.

Y ahí acaba el sueño, lástima que solo sea eso, un sueño. Decido que antes de volver a mi letargo es mejor hacer algo útil y me pongo en lo que estaba. Pero poco después me pongo a pensar en ello.... y reflexiono. Cosa mala. ¿Se hará realidad algún día?. Digo algún día porque ahora mismo soy muy joven. Demasiado como para encontar a esa persona especial que todos, recalco TODOS tenemos y está en algún sitio esperándonos. Es prácticamente imposible que a mi corta edad encontrara a esa persona, probablemente porque a parte de mis historias de adolescente-quinceañera no tengo ninguna experiencia en esto del amor. Y mira que tengo ganas de encontrarla..... y sino que se lo digan a mi amiga Rocío que es la que aguanta todos mis delirios. Después de esta fase de ¡Quiero a mi príncipe azul ya!!!, me relajo y pienso, tranquila, tiempo al tiempo, no seas tonta ya te llegará que eres muy joven! No te mortifiques. entonces respiro hondo y cambio de tema o me pongo a hablar con alguien (probablemente con mi hermana pequeña, con la que siempre consigo distraerme...). Y bueno, así hasta por la noche, cuando tras terminar de releerme uno de mis libros favoritos, y me dispongo a dormir, vuelvo a pensar en ello y tengo felices sueños.


En fin, supongo que ya estoy de nuevo en la realidad, ya he bajado de la luna. Y pensándolo tranquilamente llego al mismo punto siempre: El tiempo es justo con todos, ya me llegará mi momento. Solo hay que tener esperanza y paciencia y esperar, esperar y esperar................
Suerte en la búsqueda.

Se supone que esta es mi primera entrada oficial, espero no haberos aburrido demasiado. Sé que no escribo demasiado bien, pero en parte me he hecho el blog para aprender a expresarme mejor. Ya le iré cogiendo el tranquillo.

Si has llegado hasta aquí leyendo no te puedes ir sin dejarme un comentario, jeje.

¡¡Gracias por leerme!!

Un beso,

Moon



lunes, 22 de septiembre de 2008

De estreno

.

Hoy comienzo una nueva aventura. A partir de hoy he decidido plasmar cualquier cosa que se me pase por la cabeza y sea digna de mención. Probablemente muchas no lo sean o carezcan de importancia para cualquiera que lo lea pero lo que escriba de ahora en adelante no va a ser más que mi mundo. Y todavía más importante que eso, aquí escribiré todo aquello que siento y llevo por dentro y muchos desconocen. Pretendo hacer de este blog mi pequeño rinconcito. Por supuesto no hablaré solamente de mí, ni mucho menos, también pienso comentar temas de interés actuales. Criticaré y elogiaré según me parezca.

En lo referente al nombre, se me ocurrió de repente, así sin más, no puedo daros más explicación que el hecho de que me va como anillo al dedo. Muchas de las cosas que os
cuente aquí serán consecuencia de mi repentina imaginación y mis múltiples viajes a la luna, aunque de vez en cuando también esté en las nubes sin darme cuenta.

No tengo mucho más que decir, el que quiera saber más ya tendrá oportunidad de conocerme más adelante. Lo dicho, sin más dilación doy por estrenado este blog. Vuestros comentarios y opiniones serán bien recibidos.

Que comience el espectáculo.


Moon

PD: Os espero desde la luna.