miércoles, 29 de octubre de 2008

Perdida por Madrid

Tras mis últimos fracasos en la elección de libros, he decidido apuntarme a una biblioteca para leer los que no me acaben de atraer demasiado y si no me gustan me ahorro comprarlos. Así que esta tarde me dispuse a comprobar por mí misma cómo eran en realidad las bibliotecas que tan solo había visto en las películas.

Estaba yo en avanzado proceso de congelación sentada en la parada, cuando por fin llegó el autobús. Al entrar, enseguida noté el cambio del clima acogedor que llenaba el vehículo (no sé yo muy bien si tacharlo de cálido u olor a humanidad). Aun así, yo estaba contenta, tengo que decir que me gusta mucho ir en autobús por Madrid, así que me senté a disfrutar de las vistas de las calles de la capital. Iba con los auriculares puestos, era como si llevara la banda sonora de una escena en la que había gente de lo más dispar. Ejecutivos con trajes y cara de cansancio, un par de chicas jóvenes, el clásico matrimonio castizo, otros dos hombres que parecían no conocerse de nada charlaban tranquilamente y hasta el conductor había hecho migas con otro estudiante. Tras bajarme en la parada de la calle del General Martínez Campos, subí la calle hasta llegar a la plaza del pintor Sorolla, allí fue donde empecé a perderme. Mi primer instinto fue el de bajar la calle Santa Engracia, juraría que iba por el buen camino. Pero no solo no era así, sino que la calle no la conocía ni el tato, no sé a cuántas personas llegué a preguntar, pero ninguna de las que vivían por la zona la habían oído en su vida. Antes de bajar más de lo que ya había adelantado me decidí a llamar por teléfono a la biblioteca para que me indicaran cómo llegar desde donde estaba.Qué patético. ¡Incluso a ellos les costó indicarme! Resulta que iba en dirección contraria. Cuando por fin llegué, no sé por qué me impresioné, ¿acaso esperaba encontrarme una biblioteca como la de Hogwarts? En sí, el sitio no fue lo que más me sorprendió, pero he de reconocer que esperaba encontrar un lugar con ambiente de estudio y lo que había allí no era precisamente eso. Nada más entrar fui a pedir información. Ahí estaba yo, con toda mi ilusión, mi mejor sonrisa y la voz más amable que pude sacar preguntándole a la bibliotecaria. Menos mal que dijo algo... se limitó a decir "primera planta" sin apenas inmutarse. Tal vez otro día pueda robarle una leve sonrisa, quién sabe. Subo al primer piso y una chica, dentro de lo que cabe agradable, me dice que necesito el permiso de mis padres por ser menor de edad. ¡Si sólo quería sacar un libro! En fin, después de eso emprendí mi viaje de vuelta. Supongo que me pasará lo de siempre, me haré el carné y luego no iré nunca, o quizá sí. Por lo menos es una excusa perfecta para darme una vuelta de vez en cuando.


Moon

5 comentarios:

Ramón María dijo...

Moon, buscando un libro que leer, has encontrado sin querer el argumento perfecto para narrar tu propia historia.

Buscando en Madrid.


Ahgur un saludo.

Anónimo dijo...

moon q genial q t vayas a apuntarte al fin! super buena idea! me encanta q mientras yo mismo me daria una pereza tremenda irme a 1 biblioteca... tu tienes muchisima iniciativa!!
felicitaciones!

Willhelm dijo...

¿No seria la biblioteca d Cuatro Caminos??
bss
bye!

Moon dijo...

No, es una que está en calle Felipe el hermoso. La verdad es que no había oído hablar de ella en mi vida.

Estoicolgado dijo...

no friki, porque tampoco me he leido los libros... pero dada la admiración que causan a ciertos sectores de esta nuestra sociedad, sí que me había llamado la atención el trailer ^^

Por cierto, en mi biblio los tres libros tienen cola (de espera) xD