miércoles, 22 de julio de 2009

Delincuentes juveniles

No os voy a engañar, la verdad es que no me gusta nada enturbiar el blog comentando noticias como ésta. Sin embargo no me gustaría que casos como estos quedaran impunes en manos de la justicia, como probablemente acabará pasando; y si no tiempo al tiempo. Es cierto que a la hora de plantearse una reforma de carácter constitucional es importante barajar las diferentes opciones en frío y no cuando se producen casos más sensibles a la opinión pública. Sin embargo resulta imposible no ponerse a refolexionar cuando estos suceden.

Ahora se habla de rebajar la edad penal, es decir, que todos los pequeños delincuentes que protagonizan actos violentos como los anteriormente citados asuman las posteriores consecuencias de sus actos delictivos. Actualmente dicho límite está fijado en los 18 años de edad, sin embargo nuestra ley sí permite la imputabilidad a partir de los 14 años, pudiendo ser juzgados e internados en centros de menores hasta cumplir la mayoría de edad y, según el delito cometido, continuar su condena en prisión. Las preguntas son siempre las mismas. ¿Debería reducirse la edad penal para que jóvenes asesinos pudieran ir a la cárcel? ¿Qué pasa con los delincuentes menores de 14 años? Supongo que todos estamos de acuerdo al decir que un niño de 13 años es lo suficientemente maduro como para saber distinguir la barrera entre el bien el mal, o lo que es ilícito y lo que no. En momento en que una persona, en este caso un niño, conoce perfectamente donde se encuentra ese límite y aún así decide saltarlo, plenamente consciente de sus actos, debe responder ante las consecuencias de todos sus actos. Por tanto, y si se tienen en cuenta todos los aspectos anteriores creo firmemente que sí se debería reducir dicha edad penal. Incluso creo que si dicha ley no variase podrían sucederse muchos más casos de este tipo, ya que al no existir castigo alguno para estos delincuentes infantiles, la mayoría actuaría a sabiendas del amparo que la ley les ofrece. Al mismo tiempo también pienso que se debería reducir no solo la edad penal, sino también la imputabilidad que ahora mismo defiende a cuatro pequeños sin escrúpulos que andan libres por la calle.

Hasta aquí bien. Pero también debemos plantearnos cuáles son las causas del comportamiento de estos pequeños monstruitos que se han convertido en protagonistas de actuaciones violentas. Un comportamiento totalmente impropio a edades tan tempranas. Desde luego a un niño normal a los 12 años lo último que se le puede pasar por la cabeza es asesinar o violar a alguien. Antes esto resultaba completamente inverosímil, desgraciadamente ahora ha ganado credibilidad. Sin duda alguna estamos ante un fracaso total del sistema educativo que se ha llevado a cabo en esos crios. ¿Entonces también son necesarias reformas en el ámbito educativo? ¿Es culpa de los padres? ¿Son ellos los que deben responder ante la violencia de sus hijos? Demasiadas preguntas con difícil respuesta.

Muchas veces, cuando me entero de noticias tan sumamente tristes como estas una profunda pena invade mi interior. Sin embargo no vale de nada llevarse las manos a la cabeza y pegar cuatro gritos si no se hace nada para evitar que estos hechos puedan repetirse. Digo lo mismo de siempre, no vale de nada hablar si no se actúa para conseguirlo. Me encantaría que estas cosas no sucedieran y así no tuviera que comentarlas, hasta el momento en que eso suceda seguiré alzando mi voz en esta sede opinando sobre algunos de los temas que , a mi humilde entender, necesiten hablarse.



Moon


1 comentario:

Anónimo dijo...

El tema de la delincuencia ¿juvenil? es escalofriante. Aquí ha fracasado el sistema educacional, la familia, la sociedad, todo y todos. La violencia y las malas formas en la TV y en el cine también han influido en el crecimiento de estos monstruitos. Hay que poner manos a la obra, saber decirles NO en su momento y algún que otro cachete no doloroso, pero si que sepan hasta donde se puede llegar.