miércoles, 8 de abril de 2009

Rebelde con causa

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De que estamos en crisis es algo que no le cabe duda a nadie. Por desgracia unos más y otros menos pero todos estamos viviendo la crítica situación en la que se encuentra actualmente nuestro país. Al final va a ser verdad eso de que el gobierno no tiene un duro, y sino, que vengan y me lo digan a mí que ayer mismo fui víctima de una de las muchas estrategias de las que se están valiendo para intentar subsanar, yo diría que en vano, las cuentas del Estado. Para ser más exactos, y por un dichoso billete de metro defectuoso, una multa. Quede constancia que nunca antes me habían puesto ninguna sanción, pero ya se sabe que para todo hay una primera vez en esta vida, y ayer me tocó a mí. Me pilló por completo desprevenida, pero no duró ni medio minuto lo que tardó una encantadora mujer que cumplía con su trabajo (por supuesto) en pedirme el DNI y darme la notificación. Vamos, que la mujer repartía multas como el que reparte galletas por la calle. Lo mejor de todo fue la expresión de su cara mientras intentaba explicarle mi pequeño percance, mi alegato le entró por una oreja tan pronto como le salía de la otra. Ah bueno, eso sí, se dignó a informarme de que podía pagar al instante el importe de la multa. He de reconocer que cuando me lo dijo pensé que me estaba tomando el pelo, y menos mal que no lo dije en voz alta, oigan que todavía faltaba que me denunciara y con lo agradable que era la mujer no hubiera hecho falta mucho. Y qué le dije yo, que nanain, vamos que no pensaba -ni pienso- pagar una multa por un incumplimiento que no he cometido. Después de esto la mujer me dio el papel con suma simpatía y sin siquiera decir adiós se dispuso a buscar al próximo delincuente. Yo por mi parte, pienso recurrir.

Así que ya saben, cuidado con tirar una colilla al suelo, no vaya a ser que empiecen a penalizarlo y tengan que pagar cien veces el precio de su cajetilla, que por algo estamos en crisis. Y si me permiten un último consejo, si tenían pensado saltarse la ley del metro, no lo hagan en la estación de Cuatro Caminos, que ya les digo yo que les pillan fijo, incluso no habiendo hecho nada.






Moon

1 comentario:

Jesús Lleonart dijo...

Odio esa estación. Supongo que será porque la tengo ya más que re-vista, pero la detesto.